lunes, 1 de septiembre de 2008

Había una vez...una argéntea (1)

Sonrisa de oreja a oreja. Veo una y otra vez la fotos; consulto toda mi bibliografía; envío las fotos a todos mis colegas gavioteros. Sí, es una argéntea...cada vez estoy más seguro. Y es que, además de las opiniones recibidas, no puede ser otra cosa.
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El sábado, muy tempranero, acudí a Colmenar Viejo. El recambio de láridos es más que aparente, con nuevas llegadas casi a ojos vista. Leí bastantes anillas, hice buenas fotos y muy cerca, fantástico. Pero la gran sorpresa me esperaba cuando sólo llevaba 1 hora y media en el lugar: fugazmente, un juvenil de gaviota grande, y la alarma salta..."patiamarilla? Parece demasiado clarito".
Tras una desbandada, lo pierdo, y me pongo nervioso..¿se habrá ido? Escaneo exhaustivo, y una hora después..bingo! Malas fotos con la coolpix, pero sí, esas terciarias, esas grandes coberteras, esa proyección primaria corta, esas puntas blancuzcas en las primarias..."ya sólo me falta verla con las alas desplegadas". Por desgracia, las gaviotas se van, así que me tiro el resto del día comiéndome las uñas en casa, esperando al domingo.
A las 8:15h, como un reloj buscando la posible argéntea, quiero mejores fotos. Las sombrías y patiamarillas desfilan posando ante mí, y no pierdo la ocasión de hacer fotos bonitas, pero la protagonista de esta historia no aparece. Tras casi 3 horas de búsqueda, la diosa fortuna me asiste: ¡ahí está, bajo una depreseión del terreno! Maldigo en arameo y asirio, muevo el coche 5 veces, y nada. tensa espera de 15 minutos y la gaviota no se mueve. Y sin embargo se mueve, saco fotos como un poseso por si echa a volar y no me puedo creer que se esté acercando...cambio de cámara, la distancia es buena para mi nuevo Canon 100-400mm, para estas situaciones me lo compré! La gaviota disputa la comida con varias fuscus, y sale victoriosa, le saco fotos con las alas desplegadas. Al menos, pienso, si hay dudas ya tengo documento visual para consultarlas.
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Dos días después del suceso, puedo confirmar, con un grado de confianza cercano al 100%, que se trata de una Larus argentatus juvenil. He consultado con varios expertos, y todos coinciden en esa opción. Para mi, es una argenteus típica, de las que puede uno encontrar en la frontal atlántica francesa, Holanda o en Reino Unido.
Aves con panel alar poco aparente, pero definido; terciarias, cobertoras y escapulares típicas de la especie. El estado de la muda, un factor decisivo para separar argentatus de otras especies, es también el típico para aves sureñas (en el límite sur del área de distribución): un ave con aspecto juvenil puro, excepto alguna escapular recién mudada.
En siguientes entradas, ilustraré todo con imágenes y opiniones de los más expertos, pero no podía resistirme a compartir el momento con todo aquel que visite este blog.
Cada día me siento más fascinado por las gaviotas.

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