Enlace a un artículo publicado hoy en el Diario vasco:
El control de poblaciones de gaviotas (patiamarilla en concreto) ya está empezando a ser un problema en la península Ibérica, en especial en las costas cantábricas. En Reino Unido se llevan realizando controles de gaviota sombría desde hace años (Peter Rock, por ejemplo, en Gloucester) y desde allí nos han llegado las medidas más efectivas para controlar la colonización de gaviotas en núcleos urbanos o limitar el uso de vertederos como su fuente de alimento principal. También en Asturies se han llevado a cabo estudios pioneros a este último respecto (Álvarez Lao).
En Madrid, la evolución poblacional invernante de Larus fuscus y Larus ridibundus es preocupante. Si bien es un placer para los gavioteros que disfrutamos con estos animales, es cierto que a la larga será un problema de difícil solución si los vertederos siguen funcionando como hasta ahora. Su importancia es tal, que muchas aves han cambiado su habitual ruta migratoria costera para recalar en Madrid, Ciudad Real, Toledo, etc. durante los pasos, no sólo durante el período invernal.
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