Gavioteando el otro día por Madrid Río, fui testigo de un lance cuanto menos curioso. No lo protagonizó ninguna gaviota sino dos machos de azulón (Anas platyrrhynchos)
Estamos acostumbrados a ver interacciones entre machos de anátidas, que tratan de imponer su jerarquía, algo que también sucede en patos de hábitat urbano como Madrid Río. Pero nunca había visto esta saña que mostró uno de los ejemplares contra el otro.
Uno de los machos intentó ahogar al otro en varias ocasiones, y no me pareció que se tratara de un farol. Ante la mirada de un tercer macho y de unas gaviotas reidoras, mi impresión es que era una lucha a muerte o al menos lo parecía.
El lance no finalizó hasta que una gaviota reidora se acercó mas de la cuenta e hizo que el macho más agresivo se alejara. No sé qué habría pasado, pero la tortura para el otro duró más de dos minutos y el final habría sido quizás bastante distinto. Muy curioso y sorprendente.
Poco queda por decir sobre el acontecimiento ornitológico más extraordinario de los últimos años, si no de la historia del pajareo nacional, que no se haya dicho ya. La arribada de tres búhos nivales (Bubo scandiacus) a Cantabria y Asturias ha hecho enloquecer a nuestro colectivo, que se ha volcado en la observación y disfrute de estos bellos seres.
Yo me voy a centrar en narrar mi experiencia, anotar algunos antecedentes y hacer constar la repercusión mediática que ha tenido este fenómeno.
1. Antecedentes
El 8 de noviembre, saltó la siguiente noticia en Facebook
Un particular recogió un ejemplar de búho nival en Santander, que fue trasladado de inmediato a un Centro de Recuperación, donde falleció a las pocas horas debido a su malísimo estado físico. Se le tomaron muestras biológicas para establecer su procedencia por análisis genético y de isótopos.
No se volvió a comentar el fenómeno hasta el día 10, cuando saltaron todas las alarmas tras la observación de un nuevo búho diferente al anterior, esta vez una hembra joven, en vuelo sobre Moniello, en Asturias. Ramón de Maroto consiguió unas fotos excelentes del ejemplar:
A partir de esto, parecía quedar claro que el fenómeno no era aislado y que podría existir un pequeño influx o llegada de varios búhos nivales al norte de España. Los pajareros empezamos a afilar los telescopios a la espera de nuevas noticias.
2. Observación
Estas noticias llegaron cuando se observó, el sabado 13 de noviembre, un nuevo búho nival, esta vez un macho joven, en Cabu Peñes, Asturias.
¡Eran tres los búhos que habían llegado! De inmediato, cientos de ornitólogos se aprestaron a desplazarse al lugar para poder "twitchear" al nuevo búho. Yo mismo tuve la inmensa suerte de encontrarme ese fin de semana en País Vasco y Cantabria, a solo 2 horas largas del Cabu Peñes. Así que a las 9 de la mañana ya estábamos allí, decididos a buscar al búho junto a un ejército de pajareros que ya se había dado cita. Los amigos asturianos, entre ellos Dani Lopez, coordinaron la búsqueda. Era un evento histórico y una ocasión irrepetible.
Ni me había bajado del coche cuando Albert Cama cantó la frase mágica: ¡todos a Verdicio! Y sí, amigos, allí estaba, relocalizado por Salaverri (gracias Sala) en una caseta cerca de la playa:
En esta posición pudimos verlo una media hora, con varias decenas de compañeros ya presentes.
En un momento dado, el ave voló, por circunstancias desconocidas, al tejado de una casa de una urbanización cercana. Y allí, amigos, se desató la locura:
Pero el verdadero protagonista de esta bonita historia es esta maravilla de la naturaleza llamada búho nival, un macho de primer invierno al que he llamado cariñosamente "Peñín"
¡Qué belleza de animal! Se atusó, descansó, sesteó, nos observó tranquilamente y convirtió el día 14 de noviembre de 2021 en el top 1 de mi historia pajarera. 🔝
En un momento dado, se movió al otro lado del tejado y nos desplazamos a la playa para tener otra perspectiva.
Ver esta especie en nuestro país es todo un privilegio y nos fuimos de allí felices por la observación y por el reencuentro con muchos colegas a las que no veía desde hacía años. Hubo lágrimas de alegría, sabedores del hecho histórico que estábamos presenciando. No en vano, sin temor a exagerar, puede considerarse el hito pajarero más relevante de la historia.
3. La especie. Hipótesis sobre su llegada
El búho nival (Bubo scandiacus) es un strigiforme que habita todo el ártico circumpolar, desde Escandinavia hasta Canadá.
En el continente europeo es muy raro, localizado en el norte de Escandinavia. En América, es más abundante en Canadá y suelen verse ejemplares invernantes en Boston y alrededores. Por ello, y dada la ausencia de citas de scandiacus en Europa occidental estos días, se sospecha que estas tres aves puedan proceder de Norteamérica.
¿Ship-assisted?
Esta hipótesis es la más plausible, según lo ya comentado. El fenómeno ship-assisted es la llegada de aves cruzando el océano utilizando barcos mercantes en todo o parte de su periplo. Así, es más que posible que estos búhos hayan desviado su ruta migratoria normal debido a algún fenómeno meteorológico y se hayan visto forzados a posarse en algún barco para no morir de agotamiento. Incluso uno de ellos murió, pese a todo.
Dado el comportamiento confiado de estas aves inmaduras, que seguramente nunca hayan visto a un ser humano antes, la opción de llegada mediante barco es la más lógica por ahora. Esperemos a los resultados del análisis para confirmarlo.
Actualización: según Rubén Fernández, de COA, un mercante procedente de la bahía de Baffin arribó a Gijón el día 10 de noviembre, lo que apoyaría la teoría de la llegada en barco.
4. Últimas noticias
Tras la observación del domingo, Peñín no volvió a ser relocalizado hasta la mañana del miércoles, en un espigón inaccesible del puerto de El Musel, en Gijón. Pero la noticia bomba vendría al poco rato, cuando se relocalizó la hembra del día 12 en Moniello en pleno Cabu Peñes. Esta cita ha dado la oportunidad de ver el búho a muchos amigos que no pudieron verlo el domingo. Puedo decir que ha habido lágrimas, emociones descontroladas y euforia desatada, con toda razón.
Esta hembra es una auténtica belleza, mezcla perfecta de delicadeza y potencia, con un plumaje que enamora. Aquí os muestro la foto de Alfonso Rodrigo, que me parece la más bonita (y respetuosa) de cuantas he visto estos días.
Espectacular ¿verdad? El búho, la luz, el sitio...
¿Y qué me decís de esta foto? También de Alfonso. No sé si alguien llegó a imaginar alguna vez poder hacer una foto en España con un búho nival y un halcón peregrino juntos.
Las últimas noticias (a día 19 de noviembre) sitúan a la hembra en el mismo cabo, desplazándose de vez en cuando desde el acantilado al brezal. Hoy no se ha vuelto a observar a "Peñín", el macho.
Actualización a 21 de noviembre: hoy no se ha avistado a los dos búhos, coincidiendo con la llegada de un frente con fuertes lluvias. Se han visto varios escribanos nivales y un lapón, supuestamente recién llegados. La llegada de este frente, que durará varios días, podría haber "empujado" a los búhos a moverse del entorno del Cabo Peñas. Veremos en los próximos días.
Actualización a 25 de noviembre: los dos búhos no han sido avistados desde el sábado 20 de noviembre. Ese día se citaron el macho en El Musel (Pablo Fernández) y la hembra en Cabo Peñas (numerosos observadores). Ni rastro de ellos desde entonces.
4. Código ético del buen ornitólogo
Se ha desatado una fiebre por estas observaciones, que todos tachamos de históricas sin dudarlo un segundo. Esta masiva afluencia de interesados por ver y fotografiar al búho ha dado lugar a ciertos comportamientos poco éticos, por suerte aislados pero que pueden hacer mucho daño, primeramente a los búhos pero también al colectivo de pajareros.
Estos comportamientos tienen su origen en personas que priman la fotografía frente al bienestar del ave, y no deben ser considerados ornitólogos sino fotógrafos.
Comparto el código ético del buen pajarero, elaborado por SEO/BirdLife, extensivo a cualquier actividad con aves:
Todo esto podría quedar resumido en "el pájaro es el protagonista, no tú"
5. Repercusión en los medios
Como os podréis imaginar, el efecto búho ha despertado la curiosidad de los medios de comunicación, que se han hecho eco de la noticia, en muchos casos de forma rigurosa y en otros no tanto. Comparto aquí los que he conseguido recopilar desde el domingo pasado.
La Radio del Somormujo, podcast.No os perdais este podcast, donde se comentan aspectos importantes de los búhos nivales. La intervención de Alfonso Rodrigo es para enmarcar y muy necesaria.
6. Final y agradecimientos
Nada de esto habría sido posible sin el esfuerzo y generosidad de los amigos asturianos: Daniel López, Ignacio Vega, Marcel Gil, César, Ramón de Maroto, David, Clemente Álvarez, etc. ¡Gracias!
Agradezco a Alfonso Rodrigo, Ramón de Maroto y José Portillo el uso de sus fotos para ilustrar esta entrada, también a Alfonso por mantenerme informado y por sus comentarios sobre esta experiencia.
A Jesús Menéndez, Gorka Ocio, Gonzalo Pardo, Álvaro Díaz, Íker, Albert, Uca, David, Juankar, Fernando, Delfín, Itziar y tantos otros colegas y amigos pajareros con los que compartí tan maravillosa jornada.
A primeros de septiembre, Xabier Vázquez Pumariño tuvo la amabilidad de indicarme un lugar en Galicia donde había visto un chorlito carambolo(Eudromias morinellus) hacía escasos minutos. Me desplacé al lugar y pude verlo a placer durante un rato.
Un pajarillo confiado, tranquilo, que no habrá visto un humano en su vida (afortunadamente para él). Me quedé un rato observando sus movimientos, reposo, alimentación, etc. hasra que me fui con la sonrisa puesta.
Ayer me tiré casi todo el día limicoleando en la laguna del camino de Villafranca, en Alcázar de San Juan. Lleva días pletórica de limícolas, y aproveché el fin de semana para pasarme por allí.
En efecto, la laguna rebosaba de aves limícolas. Llegué a observar hasta 20 especies, y muy buenos números de varias de ellas, como correlimos menudo, aguja colinegra, chorlitejo grande y avefría.
Pero la sorpresa llegó cuando volví a la laguna por la tarde, con mejor luz: un joven de correlimos pectoral(Calidris melanotos) se alimentaba entre la multitud de pequeños limis. Se trata de mi primera observación "self found" de esta especie, que ya he observado varias veces en España pero nunca encontrada por mí.
Lo observé en 2013, también en Alcázar. No debe haber más de 3 citas en Ciudad Real (que me corrijan si el dato es incorrecto)
Y aquí os dejo un vídeo tomado con la P1000.
Un espléndido día de pajareo, de los que avivan el fuego de esta maravillosa afición.
Durante el verano, en plena canícula, cuando la actividad de las aves se encuentra al mínimo y la migración es casi inexistente, una preciosa rapaz alegra los cielos de parte de la península con su fugaz pero regular presencia.
Es el halcón de Eleonora(Falco eleonorae), muy escaso pero regular en el sector este-sureste de la península. Llegan en junio procedentes de Madagascar para alimentarse y descansar, para luego retomar camino a primeros de julio hacia sus lugares de cría en las islas del Mediterráneo (Baleares incluidas).
En la migración postnupcial, los eleonoras baleares cruzan toda África en dirección sur-sureste hasta llegar a la isla de Madagascar, donde invernarán. Esto supone volar más de 8.000 km., que harán de vuelta al final del invierno boreal para descansar un mes en la península y después seguir su camino hasta Baleares, para reproducirse en pleno verano y hacer coincidir el nacimiento de los polluelos con la llegada de paseriformes migrantes a las islas, que les servirán de alimento. Todo un alarde de sincronización y resistencia.
Para aprender más de todo esto, recomiendo esta publicación:
Urios, V.; Vidal-Mateo, J.; Bermejo, A.; De la Puente, J. y Mellone, U. (Eds.). 2020. Migración y ecología espacial de las poblaciones españolas del halcón de Eleonora. Monografía n.º 6 del programa Migra. SEO/BirdLife. Madrid.
Este año he podido disfrutarlos en Castilla-La Mancha, con ese poso de admiración y sorpresa que da ver a estas maravillas aladas, siendo consciente además de dónde proceden.
Alguno me pasó por encima, ajeno a mi presencia. Qué bonitos son.
Un breve comentario sobre el nombre de esta rapaz. Se debe a un personaje histórico de lo más interesante, la influyente Eleonora d'Arborea (Leonor de Arborea en castellano), una de los últimos jueces de la isla de Cerdeña. Fue la primera en legislar para la protección de las rapaces, promulgando diversas ordenanzas que regulaban la cetrería y el tráfico de especies, y por ello este halcón lleva su nombre. Especie, por cierto, que también habita la isla de Cerdeña.
Me faltó ver alguno de morfo oscuro, pero no se puede pedir todo. Me encanta este halcón.
Nota: todas las fotos se tomaron sin causar molestia alguna a las aves, a una distancia más que suficiente para disfrutarlas.